WOHL, Louis de

WOHL, Louis deAutores
 

Escritor alemán nacionalizado inglés. 1903-1961. Nació en Berlín, de padre húngaro y madre austríaca. Se fue de Alemania en 1935 huyendo de Hitler, se instaló en Inglaterra y se nacionalizó inglés. Allí desarrolló su trabajo como escritor de novelas históricas, de las que casi una veintena fueron llevadas al cine.


El último Cruzado
Madrid: Palabra, 2000; 482 pp.; col. Astor; trad. de Manuel Morera; ISBN: 84-8239-417-7. Nueva edición en 2015; 520 pp.; ISBN: 978-8498403145. [Vista del libro en amazon.es]

Vida de Don Juan de Austria, hijo natural de Carlos V. Desde su educación, a cargo de Doña Magdalena de Ulloa y Don Luis Quijada, «un hombre al que toda mujer podía mirar sin el más mínimo recelo y con profundo respeto», hasta el final de la batalla de Lepanto.


Ciudadelas de Dios
Madrid: Palabra, 2002, 5ª impr.; 406 pp.; col. Arcaduz; trad. de Joaquín Esteban Perruca; ISBN: 84-7118-512-1. Nueva edición en 2016; 416 pp.; ISBN: 978-8490613139. [Vista del libro en amazon.es]

Siendo joven, Benito evita que Peter, hijo adoptivo del filósofo romano Boecio, mate al rey godo Teodorico cuando entra en Roma triunfante. Benito se convierte en tutor de Pedro, hasta que decide abandonar la ciudad para ser ermitaño. La novela cuenta, por un lado, la vida y las fundaciones de monasterios que hará san Benito. Por otro, sigue las vidas de Boecio —noble, senador, gobernador de Roma bajo Teodorico— y su amigo Casiodoro —también noble, filósofo e historiador, consejero de Teodorico—. Más adelante, será un personaje central Peter, ahora Pedro de Salónica, embajador primero y gobernador después del imperio bizantino en Italia. El relato cuenta las intrigas cortesanas, en la corte de Teodorico y en la de su hija Amalasunta, y las crueldades y guerras que se suceden hasta el momento en el que Totila, un rey ostrogodo, es derrotado de nuevo por los bizantinos.


La luz apacible
Madrid: Palabra, 2004, 2ª ed., 5ª impr.; 400 pp.; col. Arcaduz; trad. de Joaquín Esteban Perruca; ISBN: 84-8239-467-3. Nueva edición en 2016; 400 pp.; ISBN: 978-8490614105. [Vista del libro en amazon.es]

En 1239, el caballero inglés sir Piers Rudde salva a un joven Tomás de Aquino del saqueo de Monte Cassino que había ordenado el emperador Federico II. Luego se enamora sin esperanza de su hermana Theodora, presencia los intentos de la madre y hermanos de Tomás de que abandone a los dominicos, participa en la revuelta que estalla en Italia contra el emperador, y cuando Theodora se casa con un noble italiano, termina marchándose a la Cruzada promovida por san Luis, rey de Francia. Más adelante vuelve a tener contacto con Tomás en París, donde es profesor, y se hace hermano lego de los dominicos, ocupación que deja para entrar al servicio del rey Eduardo I de Inglaterra. Vuelve a marcharse a la octava cruzada, que también termina en fracaso y, a su regreso, está presente cuando muere santo Tomás, en 1274.


El Oriente en llamas
Madrid: Palabra, 2004, 3ª ed., 7ª impr.; 288 pp.; trad. de Joaquín Esteban Perruca; ISBN: 84-8239-798-2. Nueva edición en 2015; 288 pp.; col. Arcaduz; ISBN: 978-8490611531. [Vista del libro en amazon.es]

Biografía novelada de san Francisco Javier. Empieza cuando Iñigo de Loyola llega a París, en 1528, y conoce allí al impetuoso Francisco Javier. Continúa con los comienzos de la Compañía de Jesús hasta el momento en que Francisco es enviado a Lisboa, en 1540, y el relato se centra ya por completo en él. Parte al año siguiente hacia la India, expedición en la que ocurren muchas cosas. Luego va a Goa, a otras regiones del sur de la India, a Malaca y las islas Molucas. En 1549 viaja a Japón, y en 1552 a China, donde fallece ese mismo año.



Wohl escribe con ritmo vivo y un estilo llano, cuida la reconstrucción ambiental y tiene inusual facilidad para engarzar las ideas de fondo en diálogos rápidos. Su propósito es conseguir un hilo argumental aventurero, que a la vez que atrape al lector le proporcione conocimientos históricos.

El último cruzado es una historia de «formación» del joven Juan de Austria. Entre las distintas influencias que recibe de los distintos ambientes por los que pasa, tendrán particular importancia tanto el afecto y los consejos de sus tutores, como las conversaciones con Fray Juan de Calahorra. Wohl relata con calor su aprendizaje para la guerra, sin dejar de descender a los pormenores menos vistosos: «Quién me iba a decir a mí que el principal trabajo de la guerra es pelear con los papeles», dirá un desalentado Juan de Austria. Adorna sucedidos que ilustran sus condiciones de mando y de gobierno: «Es educado en toda ocasión —comenta un subordinado—. Nunca dice: “Tú, bastardo, descendiente de monos, te vas a pudrir en el calabozo durante una semana”; sino que dice “Lamento que os hayáis portado tan mal, iréis al calabozo un mes”». Y subraya su lealtad y devoción hacia el Emperador, Carlos V, o, después, hacia Felipe II; incluso ante sus temores y susceptibilidades, Juan de Austria tendrá claro que «un general cristiano sabía permanecer fiel ante una injusticia regia».

En opinión del traductor de muchas de sus obras, la mejor de las novelas de Wohl quizá sea Ciudadelas de Dios, que transmite el desasosiego de un mundo en transición y recrea jugosos sucesos de la vida de Casiodoro y Boecio. En siglos turbulentos, dice Wohl en el epílogo, San Benito y sus monjes cubrieron Europa de monasterios, «ciudadelas de Dios, […] salvaguardando la antigua cultura grecorromana, base de la civilización Occidental y convirtiendo a los pueblos bárbaros a la Fe de Jesucristo. Todos los pueblos de Europa tienen con ellos una deuda de gratitud que nunca podrá ser debidamente retribuida».

Las otras dos novelas mencionadas, La luz apacible: novela sobre Santo Tomás de Aquino y su tiempo, y El Oriente en llamas: biografía novelada de San Francisco Javier, son también relatos amenos y eficaces del autor con santos al fondo. El primero es más fácil de seguir, pues lo que tiene de ficción, la vida de sir Piers Rudde, combina bien con las escenas conocidas de la vida de santo Tomás y resultan atractivos los diálogos en los que se da cuenta de su forma ordenada y convincente de razonar. El segundo cumple bien su función de introducir al personaje pero es más arduo: aunque abundan mucho los intercambios dialécticos entre unos y otros, y tanto con ellos como con sus acciones queda clara la personalidad arrolladora del biografiado, son demasiados los personajes que aparecen y los incidentes que le ocurren, entre los que no faltan intrigas políticas y cortesanas en las que se ve involucrado.


4 febrero, 2006
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