PFISTER, Marcus

PFISTER, MarcusAutores
 

Ilustrador suizo. 1960-. Nació en Berna. Estudió Artes y Oficios. Trabajó en publicidad y diseño de moda, antes de ocuparse de la ilustración de libros. Publicó el primero en 1986.


El pez Arcoiris
Barcelona: Grijalbo-Mondadori, 1995, 2ª ed.; 32 pp.; col. El Arca de Junior; trad. de Ana Tortajada; ISBN: 84-478-0111-X. Nueva edición en Beascoa, 2013; ISBN: 978-8448821913. [Vista del álbum en amazon.es]

Un pez con escamas irisadas, callado y altivo, no se relaciona con los demás. Un pececillo joven le pide una de sus escamas y se la niega. Los demás peces lo evitan, por lo que se siente solo. Pide consejo a Octopus, un pulpo sabio, que le aconseja regalar escamas.


La estrella de Navidad
Barcelona: Parramón, 1995; 26 pp.; trad. de Eva Jaime Rius; ISBN: 84-342-1973-5.

Los pastores de Belén y los Magos de Oriente ven cómo las estrellas forman «una única y grandiosa estrella», cuyo rastro de destellos los conduce hasta el Niño Jesús.


El pequeño cuervo y la luna
Salamanca: Lóguez, 2011; 32 pp.; trad. de Rodrigo Martín; ISBN: 978-84-96646-58-2. [Vista del libro en amazon.es]

Unos viejos cuervos recuerdan la historia del pequeño cuervo de alas plateadas, el último en salir del cascarón. El narrador dice que los mayores y él mismo le gastaron bromas pesadas. Cuenta que volaba tan bien que todos se dieron cuenta enseguida que se convertiría en el mejor. Pero cuando un día les pidió jugar con los mayores, le dijeron que, antes, tenía que volar hasta la luna igual que habían hecho antes ellos cuando tenían su edad. Y esa noche el narrador tuvo un sueño…



El pez arco iris está compuesto con ilustraciones en distintos tonos suaves de azul. El recurso de usar papel tornasol para resaltar las escamas del pez arco iris, proporcionan al álbum un gran atractivo visual para los niños. El relato acentúa la alegría de dar y el sentido de la amistad.

El autor recurre de nuevo al papel tornasol en La estrella de Navidad: la brillantez de la estrella, de las cúpulas de los palacios, de los cofres y las coronas de los Reyes… «encienden» las ilustraciones y buscan suscitar un clima de maravilla.

El pequeño cuervo y la luna es una muy buena historia, entre otras cosas, porque tiene un argumento y un tipo de narrador infrecuentes en los libros infantiles: el del dolor y la petición de perdón por haberse portado mal con otro por envidia, y el de que la historia se cuente como un suceso del pasado que se recuerda. La marca de la casa del autor está muy bien empleada también en esta ocasión: en medio de la historia se da una ruptura que, gráficamente, se aprecia en que, hasta ese momento, todas las ilustraciones habían sido sobre fondo blanco pero, después de una página en blanco solo con texto donde el narrador habla de lo que soñó, en la página de la derecha se ve al pequeño cuervo mirar a la luna plateada y brillante y, en la siguiente doble página, el pequeño cuervo se siluetea contra una luna plateada gigante y sus alas son plateadas también…

Otro álbum: Gumer y la piedra de fuego.


10 julio, 2006
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