BABBITT, Natalie

BABBITT, NatalieAutores
 

Escritora norteamericana. 1932-2016. Nació en Dayton, Ohio. Estudió Arte. Empezó ilustrando un libro de su marido en 1966, pero después escribió sus propios relatos, el primero en 1969, normalmente de género fantástico. También ilustró libros para otros escritores y fue autora de varios álbumes. Falleció en Handem, Connecticut.


Tuck para siempre
Barcelona: Ediciones B, 1989; 158 pp.; col. Marabierto; ilust. de Miguel Ángel Moreno; trad. de Narcis Fradera; ISBN: 84-406-1074-2; agotado. Hay otra edición, titulada El misterio del manantial, en Barcelona: Obelisco, 2004; 176 pp.; col. Narrativa; trad. de Alberto de Satrústegui; ISBN: 978-84-7720-986-7. [Vista de esta edición en amazon.es]

1880. La pequeña Winnie Foster se adentra en el bosque y descubre un manantial del que un chico, Jesse Tuck, no le deja beber. Para explicarle por qué, Jesse conduce a Winnie a su casa y allí conoce a los Tuck: Angus y Mae, los padres, y Miles, el hermano mayor de Jesse. Entonces averigua que, si bebiera, siempre tendría la misma edad que ahora tiene, como les ocurre a los Tuck. Un tipo extraño, que descubre la historia, planea conseguir el bosque completo para explotar comercialmente la fuente.



En el magnífico capítulo de arranque se van presentando el pueblo de Treegap, el bosque que había en las afueras…, y Mae Tuck, Winnie Foster, el forastero misterioso… Y termina de la siguiente forma: «El bosque era el eje de la rueda. Todas las ruedas tienen un eje. Y las norias también, de la misma manera que el sol es el eje del reloj del mismo nombre. Son puntos fijos, y más vale dejarlos en paz, ya que sin ellos nada se aguanta en pie. Pero eso a veces se descubre demasiado tarde».

El planteamiento del relato es inteligente y su desarrollo tiene calidad. Además, la autora no lo alarga ni lo complica innecesariamente, y hace de la sencillez un arma eficaz para transmitir una reflexión jugosa sobre las consecuencias de una situación que tal vez algunos desearían. Los Tuck, abrumados por su destino de vivir para siempre, intentan convencer a Winnie de que no beba de la fuente: «Estamos atascados y no podemos avanzar. Ya no formamos parte de la rueda. Estamos fuera, Winnie. Nos ha dejado atrás. A nuestro alrededor, todo crece y cambia». Y es que, sigue Angus Tuck, «no se puede vivir sin morir. Así que no puede llamarse vida a lo que nosotros tenemos. Simplemente somos, simplemente estamos, como rocas al lado del camino».


30 agosto, 2012
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