KONIGSBURG, Elaine Lobl

KONIGSBURG, Elaine LoblAutores
 

Escritora e ilustradora norteamericana. 1930-2013. Nació en Nueva York. Licenciada en Química. Profesora de ciencias durante años en un colegio femenino. Autora de numerosos libros infantiles y juveniles por los que obtuvo premios importantes. Falleció en Falls Church, Virginia.


Los archivos secretos de la señora Basil E. Frankweiler
Madrid: Palabra, 2016; 192 pp.; col. La mochila de Astor; trad. de Almudena Ligero Riaño; ISBN: 978-8490613559. [Vista del libro en amazon.es]

Nueva York. Claudia Kincaid, doce años, organiza las cosas para escaparse de casa pues está cansada de la redistribución de los trabajos caseros y quiere hacer notar su protesta. Piensa en un lugar que sea cómodo, elegante, y donde pueda vivir unos cuantos días y opta por el Museo Metropolitano de Arte. Le dice a su hermano pequeño, de 9 años, Jamie, que le acompañe: sabe que le gustan las complicaciones y, un dato de interés, tiene dinero ahorrado. Cuando surge una de las primeras disputas, además, le nombra tesorero, misión que cumplirá con celo. Ya en el museo, donde van ocurriendo distintas cosas, les entra curiosidad por una estatua de un ángel que el Museo compró muy barata en una subasta pero que dudan de si será o no de Miguel Ángel. Y tanto Claudia como Jamie empiezan a estudiar el Renacimiento y a investigar la cuestión.



Relato que atrae por la forma en que se plantean y entrecruzan las distintas intrigas y por la personalidad tan bien dibujada de los dos hermanos. El lector se pregunta, enseguida, quién será el misterioso narrador: cómo sabe lo que sabe, por qué hace algunas consideraciones sobre lo que supone la aventura para los chicos, por qué pone unos paréntesis un tanto críticos para referirse a su abogado. Se pregunta, también, cómo se organizarán Claudia y Jamie para sobrevivir en los baños del Museo y para pasar inadvertidos; y, luego, qué podrán sacar en claro de una investigación que, por supuesto, parece muy por encima de sus posibilidades. Además, se quedará sorprendido al ver que ni Claudia ni Jamie parecen nada inquietos por la preocupación que deben estar causando a su familia. Luego, están bien perfilados tanto el talante organizador de Claudia como el espíritu negociante de Jamie, igual que la seguridad en sí mismos tan aplastante que tienen; sin duda, los diálogos entre ambos parecen estar, a veces, por encima de sus edades, pero ningún lector joven verá eso como un gran inconveniente. La resolución es sofisticada pero brillante: dentro de la improbabilidad encaja bien. Lo que la historia tiene de afirmación de la personalidad de Claudia, tal vez esté algo exagerada pero también importa poco: al fin, todos reconocemos como cierto que «la aventura más grande no consiste en huir sino en mirar hacia dentro, y el descubrimiento más grande no es saber quién hizo una estatua sino conocerte a ti mismo».


13 febrero, 2013
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