MARTÍN FERNÁNDEZ DE VELASCO, Miguel

MARTÍN FERNÁNDEZ DE VELASCO, MiguelAutores
 

Escritor español. 1927-. Nació en Valladolid. Licenciado en Derecho. Agricultor. Autor de varios relatos infantiles y juveniles.


Peñagrande
Madrid: Palabra, 2000; 280 pp.; col. Astor; ISBN: 84-8239-412-6.

Vitines, un campesino y montañero solitario, encuentra un oso de cuatro años, curioso y retozón, «oscuro, fuerte, muy bien plantado, reluciente y sin una maca», al que llama Grandullón. Vitines, «un expresivo ejemplo de lo realmente poco que necesita un hombre para vivir en la opulencia a condición de que no comience por crearse superfluas necesidades», se gana la confianza de Grandullón.



El autor tiene unas incomparables cualidades de narrador y, como se ve por estas y otras obras, un amplísimo conocimiento directo del material que maneja: vida en el campo, naturaleza, relaciones entre hombres y animales… Peñagrande es un relato contado por el mismo protagonista, Vitines, un personaje sentencioso —«de estas cosas de animales salvajes, el que más sabe no sabe ni la mitad»—, que usa un lenguaje rico y variado, culto y popular, que resulta ser un ropaje perfecto para emocionar e inculcar amor y respeto hacia la naturaleza, con un buen humor que arranca a veces la carcajada.

A cuestas con los guardias civiles

Al Vitines lo andan siempre persiguiendo los guardias civiles. Este aspecto del relato, que da lugar a escenas muy divertidas, ofrece al autor la oportunidad para defender un estilo de vida natural. En una ocasión, al ser interrogado por un comandante de puesto que no lo conocía, Vitines le aclara su posición: «Vitines es la tapadera de cuanto malo acaece en el monte y en el río. No le voy a contar a usted que no he hecho ninguna. Un día me apetece comer trucha y saco una. Cualquiera que tire carburo o vaya a biturón esquilma más en dos ratos que yo en la temporada. […] Y usted debe saber que en los carrizales del pantano se cogen muchas cestas de huevos de pato y que, por el coche de línea, salen muchas truchas de carburo, biturón, nasa y cuerda dormida y muchas perdices de percha. Pero el dañino soy yo. Y sí que debo serlo cuando llevo a cuestas la pareja de civiles desde hace treinta años y no me han sorprendido en la más mínima. Ni con los métodos de ahora ni con los de entonces».

Otras obras

—Pabluras (1983). Barcelona: Noguer, 1991, 6ª ed.; 120 pp.; col. Cuatro Vientos; ISBN: 84-279-3146-8.

Es un relato semejante a Peñagrande, pero esta vez de amistad entre un niño y un lobo, y con una estructura y un lenguaje más sencillos pues está construido para un público de menor edad.

Dardo y Huracán (1987). Zaragoza: Edelvives, 1987; 143 pp.; col. Aladelta Verde; ISBN: 978-8426313218.

La historia de dos halcones que el autor, junto con sus hijos de 12 y 14 años, amaestran para la caza.


30 enero, 2014
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