DEJONG, Meindert

DEJONG, MeindertAutores
 

Escritor norteamericano. 1906-1991. Nació en Wierum, Friesland, Holanda. A los siete años se trasladó a Michigan, EE.UU. Vivió su infancia en una granja que dirigía su padre. Tuvo una formación autodidacta y desempeñó distintos trabajos. Después de colaborar en varios periódicos, empezó a publicar cuentos e inició su carrera como escritor. Premio Andersen 1962. Falleció en Allegan, Michigan.


Una rueda en el tejado
Barcelona: Noguer, 1996, 2ª ed.; 182 pp.; col. Cuatro Vientos; ilust. de Maurice SENDAK; trad. de Ángela Figuera Aymerich; ISBN: 84-279-3217-0. Nueva edición en 2010; 296 pp.; col. Noguer infantil; ISBN: 978-84-279-0107-0. [Vista del libro en amazon.es]

Seis chicos de un pueblo costero holandés piensan que las cigüeñas anidarán de nuevo en su pueblo si ponen una gran rueda en el tejado de la escuela.


... Y entonces llegó un perro
Barcelona: Noguer, 1996; 143 pp.; col. Cuatro Vientos; ilust. de Maurice SENDAK; trad. de Marta Sansigre; ISBN: 84-279-3220-0.

Debido a las heladas nocturnas, a una gallinita roja se le congelan los dedos y se convierte en una inválida. El granjero tiene compasión de ella y no quiere comérsela, pero a la gallina se le hace difícil la vida pues es maltratada por sus compañeras. En éstas, llega un perro solitario que busca ser acogido por el granjero y que se convierte en una especie de gallo-protector de la gallinita: «Era el protector de la gallinita, y su esclavo. Le encantaba. Le daba una razón y un deber a su vida. Quizá era más fuerte eso que su cariño por la gallinita».


La colina que canta
Barcelona: Noguer, 1990; 117 pp.; col. Mundo Mágico; ilust. de Maurice SENDAK; trad. de María Oyarzun Ibarra; ISBN: 84-279-3434-3.

La familia Garroway —padre, madre, Shirley, Martin y el pequeño Ray— están recién asentados en una granja. Si el padre está feliz, la madre no tanto, pues a ella «no le gustaba el campo, le daba miedo. Creía que la hierba estaba llena de insectos; y que toda clase de bichos —hasta serpientes— rebullían en ella». Los pequeños sucesos irán presentándose a través de los ojos de Ray, que va curioseándolo todo y se hace amigo de un caballo.



DeJong vuelca en sus relatos su amor a los animales, su espíritu de observación, su sensibilidad. En ellos recoge su experiencia de la vida en el campo, con una visión optimista y positiva.

Una rueda en el tejado es una cuidada narración, prolija y menos amena que las otras dos que se citan.

…Y entonces llegó un perro es un relato detallista y tierno, en el que se describen todos los sucesos que ocurren a la gallinita roja y al perro. Sólo habla Joe, el granjero, un hombre bondadoso y trabajador, que interpreta bien los deseos y las necesidades de los animales. En su visión del mundo no sólo han de sobrevivir los más fuertes, ha de hacerse lo posible para que se integren los minusválidos y para que todos tengan el hogar que necesitan: el perro vuelve una y otra vez, «no era manía que se le había metido en la cabeza. Era una necesidad, un deseo desesperado de encontrar un hogar. ¡Iba a tener un hogar! Así de sencillo». Bueno, está claro, desde luego, que «no era vida para un perro, esta vida de gallina. Pero era una vida y era un hogar…».

La colina que canta es una historia bienhumorada, que gira en torno al mundo interior del pensativo Ray, a quien no gustaba que le llamaran Raimie: «Era un nombre ridículo; le empequeñecía a uno. Le hacía verse tan chico… y, sobre todo, ponía de relieve que uno no iba todavía a la escuela». Sus sentimientos oscilan, y así, un día corría de un lado a otro «siguiendo a su padre, que cortaba la hierba con la máquina. Era sábado, su padre estaba en casa y la casa en el campo. No había serpientes entre la hierba y todo era maravilloso». Otro día, cuando su madre le riñe y lo manda antes a la cama, tiembla de frío, tristeza y soledad. Cuando algo le asusta, traza una línea a su alrededor y se queda dentro diciendo unas palabras mágicas: su madre le explica que «al trazar el cuadrado no eres tú el que se queda dentro; es el miedo quien queda fuera. Eso es, el miedo no puede entrar».


15 julio, 2008
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