Recuerdos de un mundo sano

Educación (Robert Spaemann)Educación (Robert Spaemann)
 

«La educación debe hacer capaz al hombre de librarse de la sensación del momento, capaz de hacer lo que quiera. Debe aprender a conducir su vida, más que a dejarse llevar». Esa es la razón, señala Robert Spaemann, de que Rousseau recomendara «a las madres que, cuando el niño que tienen en brazos tienda la mano a una manzana, no deben buscarle la manzana, sino que deben llevar el niño a la manzana. Así aprende el niño que las cosas no se dejan dar órdenes y que debemos determinarnos a nosotros mismos. (…) Solamente ante una realidad que nos ofrece resistencia podemos desarrollar nuestras fuerzas. Y las alegrías más profundas de la vida se relacionan con el desarrollo de nuestras fuerzas y capacidades. El educador tiene ante sí la tarea de introducir al niño en la realidad que está frente a él y es independiente de él. La madre es, en general, la primera realidad independiente con la que el niño se encuentra. Se ha cuidado así que la realidad se experimente ante todo como algo amistoso y favorable. La formación de esta primera experiencia —la psicología habla de confianza originaria— es lo más importante que la educación tiene que hacer. Quien puede recurrir al recuerdo de un mundo sano, está más preparado para el contacto con el que está viciado». Y aquí se podrían citar de nuevo los comentarios de Dostoievski recogidos en Padres responsables y razonables.

Robert Spaemann. El primer párrafo está en «Justicia o yo y los otros», y el segundo en «Educación o el principio del placer y de la realidad»; ambos en Ética: Cuestiones fundamentales (Moralische Grundbergriffe, 1982). Pamplona: Eunsa, 2010, 9ª ed.; 136 pp.; col. Astrolabio; ISBN: 978-84-313-2335-6.

5 diciembre, 2010
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